
En la mayoría de casos no es necesario ayudar al bebé a mamar, es más, se le suele llamar desayudas. Sólo en casos de bebés que empiecen a tener algún síntoma de inicio de deshidratación o pérdida de peso y, según criterio médico, hay que comenzar a darla. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta los seis meses los bebés tienen suficiente con la leche materna.